Para el que no lo sepa, el SAKURA es la fiesta de la primavera de Japón. Las familias se van a beber sake por litros a los piés de los cerezos donde los contemplan mientras florecen.
Este año ha tocado por el 23 de Marzo, e incluso en Madrid se hizo algo si mal no recuerdo... en plan simbólico para acercar a la gente a esta fiesta nipona.
Cogido del Diario de Navarra,
Muchos litros de sake y cerveza ambientan el sakura en Japón
El alcohol forma parte intrínseca de esta fiesta y su consumo en grandes cantidades es casi de obligado cumplimiento
Este domingo fueron 300.000 las personas que se acercaron a Budokan, al lado del río, a contemplar el sakura
Miles de litros de sake y cerveza acompañan estos días en Japón el fenómeno de la floración de los cerezos (sakura), la excusa perfecta para una celebración popular similar a una verbena que marca un antes y un después en el calendario nipón.
Desde el inicio de la esperada temporada del sakura, marcado este año en el día 23 por la Agencia de Meteorología Japonesa teniendo en cuenta un árbol de referencia en el templo de Yasukuni, los nipones se reúnen de día y de noche para comer y beber con amigos o familiares bajo las flores del cerezo.
El alcohol forma parte intrínseca de esta fiesta y su consumo en grandes cantidades es casi de obligado cumplimiento.
"No se trata de organizar una fiesta ruidosa sino de sentarnos tranquilamente a observar la belleza de las flores mientras bebemos sake", explicó a Efe en Aoyama Satoko Kitaya, que no se pierde ningún año la fiesta que se organiza para contemplar el sakura, conocida como hanami.
Un paseo por algunos lugares de Tokio especialmente estratégicos por su concentración de cerezos, como el cementerio de Aoyama, el parque Shinjuku Gyoen o el paseo Budokan, da una idea de la fascinación japonesa por una flor cuyo nacimiento se identifica con el inicio de la primavera.
Este domingo fueron 300.000 las personas que se acercaron a Budokan, al lado del río, a contemplar el sakura y otras 60.000 las que eligieron Shinjuku Gyoen, donde esperaron pacientemente en largas filas para observar los 1.500 cerezos del parque, de 75 especies diferentes.
Durante cerca de dos semanas, el tiempo en que tardarán en caerse las flores de los árboles y convertirse en alfombras rosadas, los japoneses no dejan de fotografiar las flores en cuanto tienen ocasión.
"Para nosotros simboliza la llegada del buen tiempo, del calor, coincide con las graduaciones escolares y tiene que ver con el comienzo de una nueva etapa en nuestras vidas", dijo a Efe Kazuyoshi Abe, un joven estudiante.
Para celebrar la llegada de la primavera, Satoko Kitaya y su esposo eligieron el cementerio de Aoyama, en el centro de la capital nipona, donde cada año miles de personas comen, y sobre todo beben, bajo los cerezos y entre las tumbas.
El sake y la cerveza ayudan a combatir las temperaturas nocturnas, estos días muy bajas para la época al rondar los 6 grados centígrados.
El alcohol es una parte muy importante de esta festividad en Japón, una sociedad sujeta a estrictos protocolos que lo utiliza para desinhibirse y mejorar las relaciones laborales y personales, normalmente plagadas de formalidades.
Uno de los lugares que más afluencia recibe es el paseo Budokan hacia el templo de Yasukuni, controvertido por rendir homenaje a los soldados nipones caídos en combate, entre ellos catorce criminales de guerra.
Allí se olvida la política y se monta una auténtica verbena al estilo nipón: comida a la venta como tallarines, yakitori (pinchos de pollo) y takoyaki (bolas de pulpo), junto a mucha cerveza y sake.
El espectáculo es además un importante reclamo turístico en Japón y los extranjeros en seguida se ven contagiados de la ilusión de sus anfitriones.
"Es realmente precioso, se siente en el ambiente que llega la primavera y además se percibe una fantástica sensación de celebración comunitaria", dijo a Efe Belinda, una turista australiana de paso por Tokio.
Este año, los primeros pétalos se avistaron el día 23 en Yasukuni y florecieron en todo su esplendor en Tokio el jueves 27, nueve días antes de lo normal, en la tercera floración más temprana desde 1953, año en que se comenzaron a tomar registros del fenómeno.
Cuando uno se acerca a contemplar el espectáculo a un parque de Tokio, es fácil comprender por qué el sakura marca un antes y un después en el calendario de Japón.
3 comentarios:
Aquí en Burgos hay un valle, que es el Valle de las Caderechas, en el que se organizan excursioncillas y todo para ver los cerezos en flor. Es espectacular. Ya sabéis dónde podrías celebrar vuestra fiesta de SAKURA a la española. Te dejo un par de links, por si lo quieres ver.
http://www.caderechas.com/
Un besito
Vaya! igual tenemos que organizar una para el año que viene... auqnue yo estoy ahorrando para irema el año que viene a japon, asi que mal... peor todo se andara.
Esa sangre nipona que corre por vuestras venas...
yo creo ke me voy a escapar a japon....el dia ke me harte de todo XD
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