La cueva de Mr. Poolman

Crítica de cómic

The Dark Tower: The Gunslinger Born #1 - #7

Editorial: Marvel Comics
Escritura: Peter David, Robin Furth y Stephen King
Dibujo: Jae Lee y Richard Isanove
Creador: Stephen King

Muchas veces, en las noches, justo antes de dormir, suelo levantar una plegaria a mis dioses paganos, muchas veces, es algo como “Superman... ¿Cuándo vendrá un cómic que pueda mostrar a gente que no lea cómics? ¿Cuándo habrá un cómic que cierre la brecha de los lectores y los no-lectores de cómics?”.
Bueno, parece que Superman me escuchó porque ese cómic ya existe.

Dark Tower (La Torre Oscura para mis colegas Españoles) es un proyecto de amor, y esto se nota en cada página. Cada una bellamente ilustrada y coloreada, con el mismo cuidado en cada burbuja de diálogo; es evidente que este cómic lo disfrutaron tanto los creadores como yo leyéndolo.

Pero primero al principio (disculparán mi falta de concentración en esta crítica, pero no todos los días encuentro un cómic tan bueno como este), Dark Tower es una maxi-novela del maestro del suspenso moderno, Stephen King; este proyecto en particular tardó más de 20 años en completarse y narra la historia del último de los Gunslingers (una especie de caballero andante-policía que en apariencia se acerca más a un vaquero del cine Spaghetti Western que a los anteriores) llamado Roland Deschain y su camino destinado hasta La Torre Oscura.

La Torre en si misma, es el nexo de toda la realidad, cada universo paralelo y línea del tiempo están atadas por La Torre, y solo Roland puede protegerla del temible Rey Rojo (el cual tiene muchos nombres en muchos mundos, para nosotros sería el equivalente de Lucifer); en las novelas cuando conocemos a Roland, él es el último de los Gunslingers, un hombre duro y casi indestructible, pero este cómic nos cuenta una parte de la historia de la cual no se conoce mucho, su adolescencia y la forma en que se convirtió en el “hombre del destino”.

El cómic está liderado por Stephen King en persona, e incluso su nombre puede verse en la tipografía del título, mas, la parte “dura” de la narración la llevan Peter David (todo un clásico, con trabajos como Hulk y X-Factor en su currículo) y Robin Furth (la protegida de King, y que se dice que conoce la trama de La Torre mejor que su creador); por lo que los fans de las novelas se verán satisfechos con una trama coherente con lo que ya conocen y a la vez, es un cómic de fácil entrada, donde se explican claramente los motivos y personalidades de los personajes a través de la historia.

En el mundo de esta historia (Mid-World) se habla una especie de idioma paralelo al nuestro, con ciertas palabras diferentes y expresiones (me encanta el “do ya kennit?” para expresar “¿comprendes?” o el “thankee sai” para decir “gracias”) que Peter David usa de manera magistral dando la sensación de una verdadera cultura diferente y bizarramente paralela con la nuestra.

Incluso, al final de cada número se incluyen mapas, historias y datos extra que complementan el mundo decadente de Mid-World y que revelan datos desconocidos hasta en las novelas, como el origen de la casa Deschain y hasta el origen de los míticos revólveres de Roland (leer detalles en las novelas de cómo los revólveres parecían tener una fuerza propia tienen sentido ahora con los detalles aclarados en este comic!).

El arte es un punto alto, muy alto. En este cómic Jae Lee alcanza el nivel de “maestro del cómic” con ilustraciones en alto contraste (su especialidad) y viñetas sencillas pero detalladas, genialmente complementadas con el color de Richard Isanove, este equipo es extremadamente eficiente, y es un gusto para mí, saber que fueron contratados por Marvel Comics para la siguiente saga de La Torre Oscura.

Como mencioné antes, es extraño contar con un cómic tan bueno en las estanterías de ventas. Es uno de esos inusuales proyectos donde la narrativa, el arte y los creadores se mezclan en una química difícil de explicar pero fácil de reconocer. Es un cómic auto-contenido en sus 7 números, sin embargo también es detallado para los veteranos de la saga. Y en el ámbito de producción, el arte y la impresión son de muy alta calidad (en América, tuvimos portadas duras de cartón, que es muy raro en estos días).

Sonaré repetitivo, pero este cómic es altamente recomendado, por uno u otro motivo. Es bueno saber que mis dioses paganos me dan alguna satisfacción de vez en cuando con un cómic que le puedo dar a un amigo no lector y que este me lo devuelva con un “¿Dónde puedo comprar esto?”.